Mi nombre es Héctor Guadalupe Ordóñez Ruiz, nací en Guadalajara hace 43 años y cuando tenía 4 años nos mudamos a Ciudad Guzmán donde estudié y ahora vivo y trabajo en el CBTis 226. Desde primaria estudié en escuelas públicas de Cd. Guzmán, al terminar la secundaria yo tenía la intención (¿vocación?) de ser y trabajar como maestro. Por algunas circunstancias desfavorables decidí no estudiar la normal para maestros y decidí ingresar al Instituto Tecnológico de Ciudad Guzmán (del cual estoy orgulloso) donde concluí las carreras de Técnico en Electrónica en 1985 e Ingeniería Electrónica en 1987, seguramente influenciado por el perfil profesional de mi padre que para entonces era el responsable técnico de las radiodifusoras de la Ciudad, cargo que siempre desempeñó con exagerado celo y responsabilidad, y por un creciente gusto por el futuro de la electrónica.
Al egresar del Tecnológico se me ofrecía trabajar como maestro en el mismo plantel, pero en ese entonces no me parecía la idea de después de haber estado en la escuela por tantos años, dedicar el resto de mi vida a seguir en la escuela (así pensaba por aquel entonces. Yo me planteaba que si me gustaría dar clases mas adelante, después de haber tenido otras experiencias profesionales que aportarles a los alumnos.
Por ese tiempo, me fui a trabajar a Guadalajara donde laboré por diez años para varias empresas y hasta por mi cuenta, siempre en el área de las computadoras, por lo que me empapé de todo lo que tiene que ver con la computación: ensamble, mantenimiento preventivo, correctivo, servicio y comercialización de equipo de cómputo.
Era yo mi propio jefe cuando el entonces Director del CBTis 226 donde ahora laboro, me contactó por recomendación y al conocer mi experiencia profesional y me invitó a hacer una solicitud de empleo pues había una vacante en la escuela y dijo que requerían una persona con mi perfil.
Yo tomé esa propuesta como la oportunidad de volver a mi querida Zapotlán donde viven mis padres y hermanos, donde podríamos vivir y ver crecer a nuestros hijos mas tranquilos, lejos del ajetreo de una gran ciudad y a la vez, poder trabajar como maestro, que era mi vocación original. Creo que ya nos viene de familia. En total somos 7 los miembros quienes trabajamos en el magisterio.
Desde Febrero de 1999 me incorporé a la DGETI y me siento muy orgulloso de formar parte de la plantilla de esta institución y de la DGETI. Pienso que pocos trabajos pueden ser tan gratificantes como el de ser maestro. Poseo espíritu de servicio y lo veo como la oportunidad de poder aportar mi granito de arena en la pesada y mal ponderada labor de educar.
Considero que el trabajar de maestro debe ser tomado como un gran compromiso y que nuestra influencia sobre los alumnos es de una gran trascendencia en su formación pues ellos aprenden por imitación, lo bueno y lo malo, por lo que debemos ser congruentes. ¿Cómo les voy a pedir puntualidad si yo no lo soy, organización si no la tengo, respeto si yo no respeto?
Ciertamente el trabajar como maestro también nos trae sinsabores como ingresos cortos y la insatisfacción de no poder acompañar a los alumnos a la consecución de metas mas altas, pero que gusto da oir a alguien expresarse bien de nuestro trabajo o que ex alumnos nos saluden y reconozcan con afecto.
sábado, 14 de noviembre de 2009
¿Educar con Internet?
Aunque relativamente joven, el Internet, hijo predilecto de la computación y las TIC, ha venido a revolucionar en todos sus ámbitos al mundo, tal como lo conocíamos, de una manera vertiginosa y que ha superado con creces nuestra capacidad de asombro. Nuestra generación, sobre todo los más jóvenes, le han adoptado como una especie de oráculo moderno al que acuden con religiosa constancia y confianza a buscar información de cualquier índole, según los intereses de cada quién. Es así como su uso se ha masificado, permitiendo que el acceso a la autopista de la información, a la gran telaraña o a la red de redes, como se le conoce, sea una de las actividades preferidas por los estudiantes y a las que mas les dedican tiempo, junto con la televisión.
LOS SABERES DE MIS ESTUDIANTES
Luego de un diagnóstico a varios estudiantes, ellos refieren que lo utilizan un promedio de 3 a 4 horas cada día, principalmente para socializar y mantenerse en contacto con sus compañeros de intereses, algunas veces, ni siquiera se conocen personalmente. De esta manera, se mantienen conversando en tiempo real haciendo uso de los programas de mensajería instantánea como el Messenger, mientras descargan música, otras aplicaciones (e involuntariamente virus) en programas de intercambio de archivos, tales como el Ares, al tiempo que se recomiendan y observan videos en el YouTube, investigan tareas escolares en Google y Wikipedia, se mantienen informados en noticieros en línea, comparten fotos y "chismes" de manera informal en plataformas tipo Facebook. Pero eso no es todo, también hacen sus tareas escolares con el famoso por improductivo procedimiento de: buscar, seleccionar, copiar, pegar e imprimir (claro, normalmente sin leer), antes de entregarlo al profesor. Hay hasta quién admitió que no él, sino los amigos de un amigo suyo, lo utilizan asiduamente para acceder a fotografías y videos clasificados solo para adultos.
Habida cuenta de que el internet es un imán natural que atrae la atracción de los jóvenes, la cuestión mas importante será replantearnos como maestros: ¿cómo podemos hacer una reingeniería de nuestros procesos de enseñanza-aprendizaje que nos permita sacar ventaja de los recursos que nos ofrece como aliados la red y ponerlos al servicio de la educación.
En resumen, mi propuesta no es criticar ni el tiempo que le dedican a la navegación en internet ni los usos que se le dan, sino mas bien, es una exhortación a formar verdaderas comunidades de aprendizaje, en las que seamos generosos al compartir nuestros conocimientos, según la filosofía del software libre y como miembros que somos de la llamada Sociedad del Conocimiento. La invitación a los colegas maestros es mas bien un reto: ¡Llevémos al Internet a las aulas! Mas que satanizarlo, ignorarlo, o percibirlo como una amenaza, ¡veámoslo como una ventana de oportunidad! Seamos promotores de esta Reforma Educativa.
ESTRATEGIAS CON MIS ALUMNOS
LOS SABERES DE MIS ESTUDIANTES
Luego de un diagnóstico a varios estudiantes, ellos refieren que lo utilizan un promedio de 3 a 4 horas cada día, principalmente para socializar y mantenerse en contacto con sus compañeros de intereses, algunas veces, ni siquiera se conocen personalmente. De esta manera, se mantienen conversando en tiempo real haciendo uso de los programas de mensajería instantánea como el Messenger, mientras descargan música, otras aplicaciones (e involuntariamente virus) en programas de intercambio de archivos, tales como el Ares, al tiempo que se recomiendan y observan videos en el YouTube, investigan tareas escolares en Google y Wikipedia, se mantienen informados en noticieros en línea, comparten fotos y "chismes" de manera informal en plataformas tipo Facebook. Pero eso no es todo, también hacen sus tareas escolares con el famoso por improductivo procedimiento de: buscar, seleccionar, copiar, pegar e imprimir (claro, normalmente sin leer), antes de entregarlo al profesor. Hay hasta quién admitió que no él, sino los amigos de un amigo suyo, lo utilizan asiduamente para acceder a fotografías y videos clasificados solo para adultos.
Habida cuenta de que el internet es un imán natural que atrae la atracción de los jóvenes, la cuestión mas importante será replantearnos como maestros: ¿cómo podemos hacer una reingeniería de nuestros procesos de enseñanza-aprendizaje que nos permita sacar ventaja de los recursos que nos ofrece como aliados la red y ponerlos al servicio de la educación.
En resumen, mi propuesta no es criticar ni el tiempo que le dedican a la navegación en internet ni los usos que se le dan, sino mas bien, es una exhortación a formar verdaderas comunidades de aprendizaje, en las que seamos generosos al compartir nuestros conocimientos, según la filosofía del software libre y como miembros que somos de la llamada Sociedad del Conocimiento. La invitación a los colegas maestros es mas bien un reto: ¡Llevémos al Internet a las aulas! Mas que satanizarlo, ignorarlo, o percibirlo como una amenaza, ¡veámoslo como una ventana de oportunidad! Seamos promotores de esta Reforma Educativa.
ESTRATEGIAS CON MIS ALUMNOS
Luego de sondear con mis alumnos sobre los usos que le dan al Internet y de comentar la amplia gama de recursos que se pueden movilizar en pro de la adquisición de saberes, hemos acordado diseñar un foro de grupo que se convierta en un punto de encuentro o una extensión virtual del salón de clases. Hay tendríamos por supuesto la programación del curso, calendarización de examenes, recursos variados para estudiar nuestra materias, enlaces a páginas interesantes de nuestra asignatura y noticias de interés para los miembros de nuestra comunidad de aprendizaje. Para comenzar, elegimos empezar por un blog, por la facilidad de implementarlo, ya que no requiere conocimientos superiores de programación, que aunque sabemos es principalmente de índole personal, por esta ocasión, lo manejaremos de forma grupal. También, con el objetivo de estar mejor comunicados y sacando partido de las bondades de este medio, hemos decidido elaborar un directorio de las direcciones de correo electrónico de todos los miembros y habilitarlos como contactos del Messenger. De esta manera, hemos convenido que estaremos en posibilidad de aprender todos de todos, utilizando el ciberespacio y reafirmándolo en el aula, mientras automáticamente dejamos evidencia de los accesos.
O ustedes, ¿que opinan?
Bienvenidos todos sus comentarios, a favor o en contra.
"Es feo que hablen mal de uno, pero hay algo peor: ¡que NO hablen de uno!"
Ing. Héctor Guadalupe Ordóñez Ruiz
CBTis 226
Cd. Guzmán, Jalisco, MEXICO.
Noviembre 2009
Contáctame aquí: hectorgpe_or@hotmail.com
MI AVENTURA DE SER MAESTRO
De todas las profesiones, la docencia guarda siempre un lugar muy especial en nuestras vidas, ¿quién no recuerda a aquél maestro que nos enseñó las primeras letras y el sentimiento mágico cuando empezamos a leer nuestras primeras palabras o a hacer sencillas sumas? Aunque en nuestro contexto actual ha sido demeritada por los medios, no es posible imaginar que una sociedad progrese sin escuelas o sin maestros.
Recuerdo aquellas reflexiones del maestro español José Esteve que sintetiza un sentimiento que compartimos los docentes:
“Se aprende a ser profesor por ensayo y error. Aún me acuerdo de la tensión diaria para aparentar un serio academicismo, para aparentar que todo estaba bajo control, para aparentar una sabiduría que estaba lejos de poseer...
Luego, con el paso del tiempo, corrigiendo errores y apuntalando lo positivo me gané la libertad de ser profesor. Y con la libertad llegó la alegría, la alegría de sentirme útil a los demás, la alegría de una alta valoración de mi trabajo, la alegría por haber escapado a la rutina convirtiendo cada clase en una aventura y en un reto intelectual.
Nunca encontré una mejor definición del magisterio: dedicar la propia vida a pensar y sentir, y a hacer pensar y sentir; ambas cosas juntas.
La enseñanza es una profesión especial. En ella te puedes aburrir soberanamente, y vivir cada clase con una profunda ansiedad; pero también puedes estar a gusto, rozar cada día el cielo con las manos, y vivir con pasión el descubrimiento que, en cada clase, hacen tus alumnos.
Es posible que mucha gente piense que ser profesor no es algo socialmente relevante, pues nuestra sociedad sólo valora el poder y el dinero; pero a mí me queda el desafío del saber y la pasión por comunicarlo. Me siento heredero de treinta siglos de cultura, y responsable de que mis alumnos asimilen nuestros mejores logros y extraigan consecuencias de nuestros peores fracasos”.
Hay aspectos de la Reforma que nos producen frustración, como la falta de recursos, los grupos numerosos y demás que afectan nuestros objetivos y que desafortunadamente no están en nuestras manos solucionar. Toca a nosotros hacer lo que nos corresponde, nos estamos actualizando y estamos reinventando nuestra práctica docente, para que sea acorde a las nuevas exigencias actuales y globales.
NUESTRO TRABAJO SI QUE VALE LA PENA
Es menester recordar que nuestro trabajo es realmente muy importante dado la gran cantidad de personas en edad formativa a las que influimos, para bien o para mal. A veces pensamos que uno solo no puede cambiar el mundo y minimizamos la trascendencia de nuestra función docente. Recuerdo aquella historia de aquel hombre que estaba recogiendo algunas estrellas de mar de las miles que quedaban varadas en la playa y regresándolas al mar, cuando otro hombre le cuestionó que sentido tenía regresar unas cuantas, cuando había miles o millones en todas las playas del mundo. Él le contestó: "para éstas, sí que es importante". Así también, creo que aunque percibamos el mismo salario por hacer un buen, regular o hasta mal trabajo, escojamos sin duda hacerlo lo mejor posible pues cientos o miles de estudiantes se verán beneficiados por ello. Yo estoy seguro de que muchas veces nuestros alumnos nos recordarán por los consejos, conductas y ejemplos que les hemos transmitido, más que por los conocimientos, sin demeritar la importancia de éstos últimos.
Hola a todos, compañeros y tutor del Grupo 300
Con verdadero gusto por estar compartiendo con ustedes estas experiencias de aprendizaje en línea en el marco de la Reforma Integral de la Educación Media Superior, los invito a pasar a revisar este blog y a dejar sus comentarios.
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